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Frases bonitas para bodas de plata

Las bodas de plata constituyen una de las efemérides más importantes en la vida de cualquier pareja. La celebración del primer cuarto de siglo juntos es motivo de alegría, esperanza y buenos propósitos para los siguientes veinticinco años de unión. No es nada sencillo alcanzar esta primera meta y por ello es deseable compartir tan señalada fecha con los seres queridos.

Hablamos de hijos, padres, amigos y demás personas que han acompañado a la pareja desde algún momento de su larga relación hasta la actualidad. En consecuencia, los invitados al evento o que simplemente deseen hacer llegar sus felicitaciones, tienen a continuación una notable relación de expresiones de afecto y reconocimiento.

Ejemplos de felicitaciones bonitas

Cuando uno lleva veinticinco años de matrimonio se encuentra en condiciones de saberlo todo de la otra persona. Las discusiones y los malos momentos son una parte inseparable de la convivencia, pero un matrimonio tan sólido como el vuestro sabe cómo superarlos a través del amor y el cariño.

Poder celebrar las bodas de plata significa poder decir mucho acerca de vuestro matrimonio. Habéis crecido y madurado juntos, y cada paso que habéis dado en vuestras vidas ha sido consensuado y con el apoyo del otro. Ahora es el momento de cogeros una vez más de la mano y continuar caminando.

El amor tiene formas muy diferentes de manifestarse. Existe el amor entre hermanos que crecen juntos, el amor entre amigos que se apoyan el uno en el otro y, finalmente, el amor entre enamorados que cuentan el uno con el otro como si fueran una suma de hermanos y amigos. ¡Felices bodas de plata!

Mi mas sincera enhorabuena por haber estado veinticinco años derrotando a los sinsabores con esperanza, a las rutinas con sentido del humor, a las decepciones con ilusión, a las tristezas con alegría, a los hartazgos con una sed insaciable, a las tentaciones con convicción, a todo contratiempo con el tesoro de vuestro tiempo juntos.

Veinticinco años bajo la impronta de la primera mirada, el primer temblor, el primer beso. Los físicos han demostrado que el universo sigue en expansión, y vosotros nos enseñáis que hay amores que pueden aumentar con el tiempo, infinitamente, sin límites.

En veinticinco años se han sucedido papas, reyes, gobiernos, bonanzas y crisis económicas, inundaciones y sequías, han caído fronteras y muros que parecían eternos. Todo es susceptible de declinar, excepto ese amor que os profesáis y que os sabemos capaces de prolongar hasta más allá de la eternidad.

Un tango dice que veinte años no son nada, pero por la felicidad y el amor mutuo que irradiáis vosotros, vuestros veinticinco años juntos aparentan haber sido mucho. Enhorabuena, en vuestro caso habéis conseguido que el paso del tiempo no sea una condena sino una bendición.

En tiempos convulsos en los que todo dura poco, en los que las cosas caducan pronto, en los que nada es para siempre, en los que todo es de ´usar y tirar´, vosotros habéis sido tan rebeldes como para edificar un amor inquebrantable, pasando veinticinco años de vuestra vida luchando para que un fuego no se extinga.

Alguien vendió su alma una vez por lograr un solo instante de felicidad que le dejase una huella para toda la eternidad, vosotros habéis prolongado ese momento 25 años y amenazáis con extenderlo hasta el infinito de toda una vida.